Entrar en estas librerías es hacerlo en un universo asombroso, laberintos de escaleras, túneles y pasillos, rodeados de libros y rematado por espejos que generan una sensación surrealista, lo más parecido a colarnos dentro de un cuadro de M.C. Escher.
Con los avances de la tecnología y los libros digitales, las librerías resisten el paso del tiempo convertidas en auténticos templos de cultura, tranquilidad y magia. De la mano del estudio X+Living, también pueden llegar a ser lugares fascinantes.
Como en una ilustración del genial artista holandés, el espacio juega con la percepción para mostrar una colección infinita de libros, capaz de detener el tiempo y atraparnos entre miles y miles de historias impresas, que también nos hace pensar en “La biblioteca de Babel” el cuento de Jorge Luis Borges.
Li Xiang, del estudio X+Living, es la arquitecta detrás de estas librerías de ensueño, que ha sido capaz de fusionar a la perfección forma y función, sus obras atrapan también el pulso particular de las ciudades en las que se insertan, y logra hacer de sus establecimientos una extensión de la vida urbana.
Libreria Chongqing Zhongshuge
En el exterior nos recibe una fachada sencilla de vidrio cubierta con texto, que da paso a un vestíbulo con madera y tonos cálidos que sirve de puente a los corredores, salpicados de estanterías con forma de lámparas que moldean el espacio.
De uno de los extremos del vestíbulo parte un tranquilo pasillo dedicado a lectura, con más estanterías que se extienden a lo largo de sus paredes.
En el otro extremo, la sala de literatura infantil, con un diseño colorido y plagado de referencias a la ciudad de Chongqing, con dibujos del paisaje y los edificios de esta ciudad.
La joya de la corona, sin embargo, es la gran sala central, presidida por una escalera que se bifurca en multitud de tramos. Coronando el techo, un espejo que cubre toda la sala y que genera un efecto óptico similar a las perspectivas imposibles de M.C. Escher y duplica también la sensación de amplitud.
Protagonista absoluta de la sala, junto a los miles de volúmenes que llenan las estanterías, la escalera es, a la vez, solemne, pues abre un espacio que nos recuerda a una catedral y que rinde tributo a los libros colocándolos en algo así como pedestales, pero también accesible, ya que en sus escalones podemos sentarnos a hojear los libros con tranquilidad.
[Best_Wordpress_Gallery id=»23″ gal_title=»20-11 Babel I»]
Beijing Zhongshuge Lafayette store
Entrar en Xidan Zhongshuge es como hacerlo en una realidad paralela, donde el juego de espejos, escaleras y libros crea una sensación visual inédita, casi surrealista. “En esta librería de Beijing nos inspiramos en un jardín clásico chino”, cuenta Emma Lee, asistente de la marca X+ Living.
Li Xiang es la arquitecta detrás de estas librerías de ensueño, que ha sido capaz de fusionar a la perfección forma y función.
Los clientes atraviesan túneles mágicos hechos de libros para entrar en diferentes estancias, que simbolizan las características geográficas y culturales de la ciudad. Así crean una sensación laberíntica con túneles circulares, espaciosas y altas estanterías donde, seguro, es difícil no llevarse más de una ejemplar.
[Best_Wordpress_Gallery id=»24″ gal_title=»20-11 Babel II»]
Ningbo Zhongshuge
Para esta sucursal los arquitectos y diseñadores se han inspirado en la costa de la China oriental, donde el océano convive con las montañas. El resultado es la creación de un oasis local y un reflejo de lo que ha sido y es la ciudad.
Entrar en la librería Zhongshuge de Chongqing es como hacerlo en uno de los cuadros de perspectivas imposibles de M.C. Escher.
Techos altísimos, como en la mayoría de sus librerías, vidrieras y espejos gigantes juegan y se superponen en Ningbo Zhongshuge creando, más que una librería, un laberinto de lectura. Los tonos tierra, los negros y beige predominan en las estanterías, mientras que el blanco ilumina estancias como la cafetería o un pequeño anfiteatro reservado para eventos literarios. El nogal negro simboliza la roca tallada por el flujo constante del agua, que en esta zona de China suele ser abundante.
En sus 1.230 metros cuadrados hay espacio para dos pisos que se unen con una escalera que emerge casi por sorpresa y que sutilmente va acompañada de las estanterías infinitas y los espejos hacia el techo.
Es cierto que muchos establecimientos, especialmente pequeñas librerías de barrio, han cerrado sus puertas, pero también se abren nuevos y fascinantes espacios que certifican que aún tendremos libros en papel durante mucho tiempo.©
TXT: Grupo Editorial Metro I FOTOS: Web