En un predio de 53 hectáreas ubicado en Gonnet se encuentra la República de los Niños. Se trata de un parque temático que se inauguró el 26 de noviembre de 1951 e involucró a 1600 obreros. En la actualidad mantiene vigente su propuesta de entretener y educar a los más chicos.
La República de los Niños, ubicada en el camino General Belgrano y calle 501 de la localidad de Gonnet, propone la perfecta combinación entre lo lúdico, lo fantástico y el aprendizaje cívico-ciudadano. El ingreso al parque temático muestra imágenes que parecen escapadas de los cuentos de los hermanos Jacob Karl y Wilhelm Grimm, y de Hans Christian Andersen. Una sucesión de hermosos palacios de colores variados, plazas y juegos se conjugan para dar forma a una ciudad en miniatura que ya cumplió más de 60 años.
Un mito que se mantiene en el tiempo asegura que Walt Disney, el reconocido productor y dibujate, y mentor de la industria de dibujos animados más grande del mundo, realizó una visita a La República de los Niños y que, sorprendido por tanta belleza, se inspiró para crear su Disneylandia. La historia es incomprobable, aunque no imposible.
Lo cierto es que el único viaje conocido de Walt Disney a la Argentina fue en el año 1941. Para ese entonces, ni siquiera existía la idea de construir un parque temático cerca de La Plata. Aunque, sí hay testimonios que aseguran que al momento de construir su Disneylandia, el padre de Mickey Mouse y su equipo técnico tuvieron acceso a diversas fotografías e imágenes del parque de atracciones Tívoli de Copenhague, Dinamarca, el más antiguo del mundo, del maravilloso castillo Neuschwanstein del rey Luis II de Baviera, y también de La República situada en Gonnet.
El predio de 53 hectáreas contiene 35 edificios -construidos a escala acorde a niños de 10 años-, que evidencian una mezcla de estilos arquitectónicos y le otorgan al conjunto un aspecto de fantasía y magia. En esas construcciones pueden reconocerse influencias de estilos medievales, europeos e islámicos. La pequeña república tiene dos áreas bien marcadas: una rural y otra urbana. Esta última cuenta con instituciones públicas, instalaciones fabriles, deportivas, comerciales, educativas y religiosas, concentradas en su mayoría en el Centro Cívico.
Los únicos privilegiados son los niños
“… En todas las latitudes de la república hoy se levanta como una inspiración sagrada frente al porvenir de la patria nuestro aforismo justicialista: En la Argentina los únicos privilegiados son los niños. Viendo surgir esta alegre República de los Niños, viéndola desarrollarse en esta tierra libre y generosa de la provincia de Buenos Aires, nos cae a la imaginación un mundo nuevo, el mundo con el que soñamos los hombres que amamos la vida”, expresó el entonces Presidente Juan Domingo Perón, durante el acto de inauguración que se realizó el 26 de noviembre de 1951. Y agregó en otro pasaje de su discurso: “Una vez un rey exclamó: ‘Después de mí, el diluvio’. Nosotros, los hombres de esta época queremos borrar la aberración de ese egoísmo, exclamando para nuestro país, para nuestra patria, para nuestros hermanos argentinos: Después de nosotros, la felicidad”.
El proyecto nació en 1949 de la mano del coronel Domingo Alfredo Mercante, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien contactó al arquitecto Jorge Lima, que en una sola madrugada pintó el boceto en acuarela de la calle principal del nuevo sitio. El proyecto inicial contemplaba una zona urbana dividida en áreas: un centro cívico, uno comercial, un área residencial, una zona agrícola, una industrial, un ferrocarril y un puerto.
Por los protocolos Covid19, la República se mantiene abierta todos los días de 7 a 19, con entrada y acceso restringido a algunos edificios. La entrada y el estacionamiento son gratuitos.
Todo a escala infantil.
La obra duró dos años. Trabajaron inmigrantes italianos, españoles, yugoslavos y polacos: artesanos especializados en cada detalle de la construcción y el mobiliario. De los 1600 obreros que participaron de las tareas, un millar vivía en el lugar, en barracas, con comedores y policía propia. El diseño de los 35 edificios tiene una mezcla de estilos europeos mediales e islámicos, con el aporte onírico de los cuentos infantiles.
El Centro Cívico
La República de los Niños cuenta con una estación del ferrocarril, cuarteles de bomberos y policía, estación de servicio, y un área verde en la que se encuentran el lago, la granja, el estadio, el anfiteatro, la pileta de natación y el parque de juegos mecánicos. No obstante, el sector que vuelve al lugar único en Latinoamérica es el Centro Cívico. Y es que allí se concentra quizá el espíritu fundacional del lugar: Inculcar en los chicos los valores cívicos-ciudadanos.
Allí, entre otras instituciones –todos castillos escapados de un cuento-, se encuentra la Legislatura – de estilo gótico como el del parlamento inglés-, que cuenta con los recintos de las Cámaras de Diputados y Senadores, ambos con pequeñas bancas, estrado, barra y despachos para las comisiones. El lugar posee una particular torre inspirada en la del palacio de la Signoría de Florencia, de estilo medieval.
El Palacio de Cultura presenta las características de la arquitectura mozárabe, se asemeja al Taj Mahal de Agra, de la India, con sus torres bulbosas, almenares, minaretes y la rica ornamentación típica del arte árabe. Desde 1968 gracias a las donaciones del titiritero y cineasta Cándido Moneo Sanz se creó el Museo Internacional del Muñeco que funciona en el Palacio. En la actualidad hay 2500 piezas, muchas donadas por embajadores y diplomáticos.
El predio de 53 hectáreas contiene 35 edificios, que evidencian una mezcla de estilos arquitectónicos y le otorgan al conjunto un aspecto de fantasía y magia.
En el Centro Cívico de la pequeña República se destaca también la Casa de Gobierno, que tiene las paredes de un tono rosa fuerte, similar al de la Casa Rosada, aunque con detalles arquitectónicos que parecen capturados de un cuento de hadas. El edificio, según anuncian los carteles, está inspirado en el estilo gótico civil del Norte de Europa. En su planta alta se encuentran el despacho Presidencial, la Secretaría y el Salón de Acuerdos para las reuniones que desarrolle el gabinete ministerial. Finalmente, en las alas laterales se ubican las oficinas correspondientes a los ministerios de Economía, Obras y Servicios Públicos; Justicia; Relaciones Exteriores, Comercio Interior y Culto; Salud y Acción Social; Cultura y Educación; Defensa; Interior; Trabajo y Jefatura de Gabinete.
El Centro Cívico se completa con el Palacio de Justicia, que posee un recinto para juicios orales, oficinas de los juzgados y hasta una pequeña cárcel; y una capilla. Además, en el lugar hay un gran patio de comidas con muchas alternativas gastronómicas.
De esta manera, el parque temático que este 2021 cumplirá 70 años y que es testigo silencioso de la cara de asombro y alegría de varias generaciones, continúa con su vigente propuesta de entretener y educar a los más chicos. ©