Aquellas personas que se ofenden con facilidad suelen tener baja autoestima, y sobredimensionan el impacto de las acciones u omisiones de personas que los rodean. ¿Qué pueden hacer para superar estas situaciones?
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Solemos relacionarnos con personas de las que nos llama la atención sus reacciones cuando algo no les agrada. Aquello que les molesta genera en ellos un impacto que produce una actitud consistente en callarse, expresar con gestos de enojo el malestar, pero lo que caracteriza a estas personas que se ofenden es que no expresan con palabras ni con claridad aquello que las ha enfadado. Muchas veces ni nos damos cuenta por que se han enojado exactamente.
Estas personas que se ofenden suelen ser muy sensibles y tomar de manera exagerada gestos o palabras de otras personas, muchas veces chistes o bromas, que, si bien pueden ser desafortunadas, podrían haberse superado aclarando en el momento el malestar. A su vez, aquellos que se ofenden con facilidad, tienen baja autoestima, y sobredimensionan el impacto de las acciones u omisiones de personas que los rodean.
La inseguridad se manifiesta en el hecho de que en verdad le dan mucha importancia a comentarios negativos de personas que muchas veces no están habilitadas para emitir algún juicio de valor. Por ejemplo, ofenderse con una critica negativa sobre una producción artística cuando el que opina no tiene ni idea ni interés sobre aquello de lo que habla. Pareciera que los dichos de cualquiera vulneran las ideas que puedan tener de si mismos, hacen caer trayectorias o echan dudas sobre sus propios valores personales.
Es evidente que tanta fragilidad les genera malestar y dolor. Son vulnerables a comentarios o acciones que muchas veces no son malintencionadas. Están listos para creer que cualquier gesto, hasta el mas inocente, es un agravio o una desconsideración personal.
Seguramente es difícil tratar con sujetos que sienten así, porque nos parece que debemos tener mucho cuidado y revisar cada gesto para evitar malas interpretaciones. A la vez, es probable que, si podemos, elijamos personas que no se ofendan con tanta facilidad, que sean mas seguras y que no estén listas a malentender acciones u omisiones como algo con el propósito de dañarlos.
Entonces, estas personas probablemente se aíslen y sean aisladas, porque se encierran cuando se ofenden, y porque no son elegidas justamente porque son más difíciles de tratar que otras. Todas estas situaciones son dolorosas por lo que es fundamental buscar la manera de fortalecer el amor propio que logre hacer a estas personas inmunes a criticas que muchas veces no son tales.
Parte del problema también es ocultar, esconderse y no generar diálogos que aspiren a entenderse y cancelar aquello que vivencian como agraviante. Siempre se pueden mejorar estos padecimientos, y una muy buena alternativa es la psicoterapia.
Estar mejor es posible. ©
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