Funcional y versatil

Coworking Space, en el Espacio 32 de Casa FOA, es una propuesta que busca crear un ambiente funcional y versátil, una concepción fresca, joven y novedosa al espacio de coworking, diseñado por María Beatriz González Zuelgaray Bea Palacio.

El espacio fue proyectado tomando la estructura existente como protagonista, enfatizando y haciendo protagonistas las diferentes partes características del edificio.
Una propuesta que busca crear un ambiente funcional y versátil, otorgando una concepción fresca, joven y novedosa al espacio de coworking.
Propone generar un entorno flexible que potencie la creatividad, y el trabajo en equipo. Aprovechando las proporciones del espacio, potenciando la planta libre, y generando diferentes áreas funcionales a lo largo de la misma.
Se tomó la grilla ortogonal que describe el cielorraso existente, haciéndole un tratamiento de color que resalte su existencia. Combinándolo con dos volúmenes blancos de líneas simples suspendidos en ambos extremos. Éstos últimos tienen caladuras geométricas que funcionan como mirillas por las cuales se puede ver el techo verde grillado que se encuentra hacia arriba.


Los oasis de vegetación, ubicados como puesta escenográfica a lo largo de toda la planta, funcionan como hilo conductor del espacio. Generando pequeños spots de micro ecosistemas verdes que otorgan frescura y calma a la atmósfera laboral.
A lo largo del recorrido del espacio, se van generando diferentes situaciones y funciones.
En el centro, conviven varias situaciones de trabajo: una gran mesa central de cuarcita verde, que funciona como estación de trabajo flexible.

Propone generar un entorno flexible que potencie la creatividad, y el trabajo en equipo. Aprovechando las proporciones del espacio, potenciando la planta libre, y generando diferentes áreas funcionales.

En los laterales de la mesa central, se ubican dos escritorios destinados para puestos de trabajo fijos. Estos dos sectores tienen dos islas avant idem (escritorios) y sillas ergonómicas de última generación.
Debajo de las ventanas, se ubica un extenso plano horizontal que va cambiando de función a lo largo de su desarrollo. Comienza como banco para luego crecer en altura y convertirse en una barra para trabajar tanto de pie como sentado en una banqueta alta


Hacia un lado de la planta encontramos dos áreas semiprivadas que buscan generar una sensación de calidez y contención, a través del uso de módulos separadores entelados que cumplen una doble función; dividir el espacio y generar aislación acústica.
La primera funciona como sala de reuniones / gerencial. La segunda sala está planteada como un auditorio flexible, en la cual se pueden desarrollar conferencias, así como también grandes reuniones de equipo.
Hacia el otro extremo se encuentra la cafetería, proyectado como un espacio para compartir y distenderse dentro de un entorno cálido que favorezca la interacción entre los usuarios.

A lo largo del recorrido del espacio desarrollado por María Beatriz González Zuelgaray y Bea Palacio, se van generando diferentes situaciones y funciones.

La barra funciona como núcleo de “operaciones” para la cafetería. Acompañan a la barra un grupo de mesas y sillas que invitan a los usuarios a compartir su pausa cafetera.
Al mismo tiempo, la cafetería cuenta con una estación de “Cycling Work”, conformada por una serie de bicicletas, especialmente diseñadas para poder trabajar sobre las mismas de manera activa. Así como un Puttgin Green para fomentar una pausa activa dentro del contexto laboral (El Espartano) .
Todo el equipamiento del espacio de coworking es provisto por la empresa Grupo A2, sponsor del espacio.
En la pared opuesta a las ventanas, la artista plástica Ángeles Gollan diseñó un mural Site Specific , de líneas geométricas en blanco y negro, que unifica todo el desarrollo del espacio, funcionando como guía. ©

TXT: Grupo Editorial Metro I FOTOS: Prensa


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