Ante la problemática que surge con no poder asistir a clases de manera presencial, se presenta un nuevo modo de aprender y enseñar desde la comodidad de nuestras casas.
No son pocos los padres que piensan que el período en el que sus hijos se encuentran sin acudir a la escuela por la cuarentena es tiempo educativo perdido. No es menor la cantidad de profesores y alumnos de ámbitos universitarios que también se regocijan en la queja de tener que acudir al sistema virtual. Sin embargo, cabe resaltar que el aprendizaje no empieza ni termina dentro de las cuatro paredes del colegio, instituto o universidad, sino que de hecho existe toda una tradición de educación desde casa que perfectamente puede aplicarse en estos tiempos y quien te dice para siempre.
Actualmente, las tecnologías proporcionan formas muy variadas para poder llevar adelante el aprendizaje en el hogar. Existen iniciativas que contemplan la formación en materias curriculares de muchas maneras, permitiendo la espontaneidad y la desregulación como único patrón a seguir.
Una de las tendencias mundiales en estos ámbitos educativos es la de “Aula invertida o Flipped classroom”, que es una mezcla entre el aprendizaje en casa y el reglado, que asume que gran parte del trabajo a realizar por los estudiantes se haga en sus hogares mientras que la labor de la institución sea la de supervisar los progresos de los alumnos, que desarrollan mayoritariamente en sus casas.
“Enseñar, en época de cuarentena, desde un aula virtual nos permitió acceder a herramientas educativas que no solemos utilizar dentro del aula física. Los estudiantes necesitan interactuar con las nuevas TICs para también llevar esos conocimientos a otros ámbitos de su vida”, nos explica la psicopedagoga y docente, Mariana Sánchez y agrega que “el concepto de aula invertida aún no llego del todo a nuestro país, pero en muchos lugares del mundo ya se estaba llevando a la práctica”.
El aula invertida no es solo una clase a través de un vídeo. Este es uno de los medios a utilizarse para trasmitir información. También, se puede acceder a través de un podcast o una web donde se desarrolle el contenido.
Flipped Classroom es un término acuñado por Jonathan Bergmann y Aaron Sams, dos profesores de química en Woodland Park High School en Woodland Park Colorado. Ellos idearon una solución para evitar que los alumnos perdieran clases, por ejemplo por enfermedad, para ello grababan los contenidos y los distribuían entre sus alumnos para que los visualizaran en casa antes de cada clase. El trabajo en el aula consistía en realizar proyectos para poner en práctica los conocimientos adquiridos y resolver dudas, invirtiendo de esta manera las actividades con respecto al modelo tradicional. Bergmann y Sams comprobaron que con este nuevo enfoque las calificaciones de los estudiantes mejoraban.
“Me cuesta acostumbrarme a la modalidad virtual porque desde la escuela que asisto a clases presenciales, entonces esta nueva forma de entender o aprender me resulta complicada y hasta incomoda”, cuenta el estudiante universitario de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), Agustín (26 años).
“Pensé que me sería más difícil acostumbrarme a escuchar a un profesor a través de una video llamada grupal pero me resulta bastante cómodo, además dispongo de los contenidos para leerlos cuando yo pueda o quiera”, explica la estudiante de último año de secundaria, Juana (17 años).
“Creo que está buenísimo disponer de la posibilidad de cursar desde la comodidad del hogar. Deberían aplicarlo para cuando uno está enfermo, trabaja o no puede asistir a clase por alguna razón, no solamente utilizar este sistema ahora por la crisis de la cuarentena”, comenta la estudiante universitaria de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLZ, Andrea (45 años).
“Dentro del ámbito de la educación debemos amoldarnos a los nuevos conflictos a los que nos enfrentamos por la pandemia del coronavirus, pero creo que esta nueva forma de aprendizaje y enseñanza puede servir para cambiar algunos conceptos antiguos de la modalidad de estudio”, opina el docente y especialista en economía, Alejandro Camaño.
El aula invertida no es solamente una clase a través de un vídeo, es más, el vídeo es uno de los múltiples medios que pueden llegar a utilizarse para trasmitir información. También, se puede acceder a información a través de un podcast o remitiendo al alumno a una web donde se desarrolle el contenido. Este concepto es la concepción de que el alumno puede obtener conocimientos en un tiempo y lugar que no requiere la presencia física del profesor. Se trata de un nuevo modelo pedagógico que ofrece un enfoque integral para incrementar el compromiso y la implicación del alumno en la enseñanza, haciendo que forme parte de su creación, permitiendo al docente dar un tratamiento más individualizado.
Este modelo Flipped Classroom abarca todas las fases del ciclo de aprendizaje, según lo aseguran especialistas: conocimiento (ser capaz de recordar información previamente aprendida), comprensión (hacer de uno lo que aprendió y ser capaz de presentar la información de otra manera), aplicación (aplicar las destrezas adquiridas a nuevas situaciones), análisis (descomponer el todo en sus partes y poder solucionar problemas), síntesis (ser capaz de crear, integrar, combinar ideas, planear y proponer nuevas maneras de hacer), evaluación (emitir juicios respecto al valor de un producto según opiniones personales a partir de objetivos dados).
“La pedagogía de este modelo de aprendizaje no se sabe si se puede aplicar al 100% de los casos, teniendo en cuenta que el estudiante necesita de unos mínimos recursos y conocimientos tecnológicos. Pero si desde el Estado se facilitarán estos medios, el aula virtual es una forma efectiva para aprender desde el hogar”, opina Sánchez.
El uso de las nuevas tecnologías integra herramientas que fortalecen la autonomía de los alumnos que mediante los dispositivos electrónicos acceden a contenidos que les ayudan a aprender temas en los que seguirán profundizando en la próxima sesión en que se conecten. La tecnología no es un fin en sí mismo en este tipo de metodología, es un medio que conduce a un fin importante: el aprendizaje.
“Creo que tuvimos que adoptar muchas herramientas nuevas en poco tiempo y que gracias a ellas podemos continuar las clases. Si bien hay cosas que ser pierden en esta nueva modalidad, sobretodo el intercambio que se da en el aula, también nos plantea un nuevo escenario para re pensar los modos de enseñanza y aprendizaje”, comenta la docente de Prácticas del Lenguaje del Colegio Grilli Canning, Natalia Capalbo.
“Esta nueva forma de llegar a los alumnos marca un gran cambio respecto a la enseñanza tradicional. El cambio en la distribución del tiempo puede favorecer a la oportunidad de ganar tiempo en el aula presencial para dedicar más minutos a aprendizajes más complejos”, finaliza la psicopedagoga Mariana Sánchez.
Será cuestión de tiempo que los profesores y autoridades de las instituciones educativas pongan este nuevo concepto de aprendizaje y enseñanza a trabajar. Actualmente, es el método que permite que millones de alumnos de todo el mundo puedan seguir cursando y tengan garantizadas las clases desde sus casas. ©
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