Rescatar animales en situaciones vulnerables o con discapacidades para darles una vida digna es el lema que comparten las organizaciones rescatistas. ¿Cómo ayudar? ¿Cómo denunciar? ¿Hay una ley que los proteja?
La crueldad a la que son sometidos los animales en Argentina y el resto del mundo es motivo de preocupación para muchos. Hay grupos y organizaciones independientes que mantienen una exhaustiva lucha contra estos flagelos, no solo rescatando especies domésticas en las peores condiciones de salud, abandonadas y golpeadas, sino también procurando sus recuperaciones y asegurándose de que la justicia responda con sanción contra este tipo de violencia.
Perros, gatos, conejos, caballos, cerdos y demás especies sufren violencia a diario en el mundo. Muchas personas se esfuerzan día a día para cambiar la realidad de los animales que están en peligro en las calles o bajo el cuidado de personas no capacitadas para tenerlos a su cargo.
Según estudios de diferentes encuestas, Latinoamérica es uno de los continentes que tiene más casos de maltrato animal a nivel mundial. Esta información alerta a diario a todos aquellos que militan y luchan para preservar y darles una vida digna a esos animales. En Argentina, diferentes refugios y hogares, sin subsidio del Estado, le ponen el hombro a la situación para ayudar a que esos seres vivos tengan una mejor calidad de vida.
Rescatistas del Sur
Muchos animales se encuentran en condiciones deplorables, viviendo indignamente. También, hay una problemática que crece cada día con los caballos y el tema de la Tracción a Sangre (TAS). Esto engloba un sinfín de animales (caballos, burros, yeguas e incluso potrillos pequeños) que son víctimas de los delitos por “maltrato y crueldad” que sanciona la ley penal N° 14.346.
Existe un grito social cada vez más grande en pos de la defensa de los derechos de los animales que son víctimas de maltrato, esto traducido en innumerables denuncias penales interpuestas por Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y ONGs especializadas en el tema, que arrojan resultados preocupantes, como por ejemplo el incremento de la violencia y estupor social frente a la inacción del Estado ante estas problemáticas.
Un ejemplo de lucha contra la TAS es el de la Organización Rescatistas del Sur (RdS), coordinada por Gabriela Carrera y Mariela Perez, que hasta ahora han rescatado más de 200 caballos. La Asociación comenzó con un pequeño grupo de rescate que se dedicaba a salvar caballos de carro que veían en mal estado y traccionando en las calles del Conurbano Bonaerense. “En el 2015, con la primera formación de rescatista, recorríamos diversas zonas y cuando veíamos a un caballo en malas condiciones sanitarias activábamos el protocolo de rescate en vía pública. Así, logramos sacar del carro a muchos animales que derivábamos a otras ONGs”, explica la coordinadora de Rescatistas del Sur, Gabriela Carrera.
El protocolo de rescate de caballos en mal estado de la organización relata lo siguiente: “1- Deben ser equinos pasibles de ser rescatados aquellos que presenten signos de maltrato tales como: delgadez, heridas, mataduras, claudicación en la marcha, preñez, síndrome de cabello exhausto, cansancio y exceso de carga; 2- Se debe llamar al 911 pidiendo que un patrullero se acerque al lugar ya que se está en presencia de un caso de maltrato animal (Infracción a la ley 14.346); 3- No dejar solo al equino bajo ninguna circunstancia, ya que si el patrullero llega al lugar y no hay ninguna persona, lo más probable es que se retire; 4- Cuando llega el patrullero, comunicarse al celular 11-6378-6696 para continuar con el procedimiento”.
“El deber del Estado debería ser el de salvaguardar a las personas precarizadas que trabajan en carro, brindando condiciones propicias para esas familias relegadas y asimismo entender que en pleno siglo XXI, esta práctica arcaica debería erradicarse de forma definitiva. No se ocupan de ninguna de las dos cosas”, expone Carrera y agrega que “la cantidad de caballos no disminuye sino que por el contrario, crece día a día y de manera alarmante. La tracción a sangre está directamente asociada al cuatrerismo, con lo cual, por cada caballo que se rescata y se traslada a una ONG o refugio, se roban seis o siete, que luego serán vendidos a precio vil para que sean explotados hasta el fin de su vida”.
Desde Rescatistas del Sur se encargan de resguardar a los caballos que se encuentran en estado de vulnerabilidad, siguiendo con los pasos ordenados del protocolo. Actualmente, no existen campañas ni políticas de Estado que intervengan en la problemática de la Tracción a Sangre directamente, por eso ellos lanzan campañas y convocatorias a través de sus propias redes sociales.
“Nuestro mayor anhelo sería que algún día, los caballos no nos necesiten. Que puedan vivir libres y que jamás vuelvan a ser sometidos ni doblegados como ocurre actualmente”, dice una de las fundadoras de la Organización.
Los voluntarios de RdS realizan diferentes tareas como curar caballos heridos, vacunar, desparasitar y todo lo que surja en el día a día. Las personas pueden ayudar donando alimento para caballos (fardos de alfalfa, rollos de pastura, alimento balanceado, avena), medicación e insumos o sumándose como madrinas o padrinos con una colaboración mensual y sostenida de 300 pesos como mínimo.
“Quiero que la gente vea esto. Más allá de los tratamientos, las curaciones, los caballos tienen un trato de hijos, son nuestros hijos”, enfatiza la coordinadora de RdS Gabriela. Para quienes conforman este grupo de rescatistas “los caballos son casi humanos por que tienen contacto permanente entre ellos”.
Refugio Las Renatas
Muchas organizaciones no solo buscan salvar animales en situación de calle, sino también velar por aquellos que tienen discapacidades y ayudarlos a salir de ellas lo mejor posible. “Dar un hogar digno y amor a los animales que más lo necesitan”, es el lema que llevan adelante quienes forman parte del Refugio Las Renatas que nació en el 2012 en la casa de Giselle Ferrero su fundadora y coordinadora.
“La adopción de nuestra perrita Renata nos tocó interiormente y quisimos ayudar a los animales más necesitados, ya que muchos que se encuentran con discapacidad o enfermos son quienes menos chances de seguir con vida tienen”, destaca Ferrero. Muchos de estos animales con discapacidades son llevados al veterinario pero no para recibir atención, sino para ser eutanasiados por la dificultad que presentan.
La Asociación Civil Las Renatas Animales Especiales se formó como ONG en el 2014, cuando se inscribió provincialmente. Luego de ello, en el 2015 trasladaron el refugio a otra propiedad por el gran número de animales que cuidaban y allí fueron sumándose diferentes voluntarios. A dos años de eso, tuvieron que dejar ese espacio y en medio de la incertidumbre comenzaron una campaña para conseguir terreno para los Renatos (nombre que le pusieron a todos los animales que son rescatados por ellos).
“Nos mudamos a Escobar gracias a una donación que se concretó en febrero de 2017, pero más allá de eso y por razones ajenas a nosotros debimos mudarnos nuevamente”, explica Giselle. El Refugio realizó un despliegue “inmenso” y con el apoyo de muchas personas pudieron lograr la compra del predio actual que se encuentra en la localidad de Virrey del Pino.
Más allá de la gran cantidad de campañas y difusión que han realizado no recibieron subsidios ni por parte del Estado, ni por parte de empresas. “Nosotros seguimos adelante con la labor gracias a la gente, a quienes siempre estaré eternamente agradecida”, señala la directora del Refugio Ferrero.
Quienes son voluntarios y llevan adelante este tipo de actividades para ayudar animales son personas que muestran la sensibilidad fácilmente y que tienen muchos anhelos y metas por cumplir para seguir adelante con las organizaciones a las que pertenecen.
“Una de las cosas más hermosas que nos pasó en el refu fue la llegada inesperada de tres chanchos. Nosotros no teníamos experiencia previa en el cuidado de ellos y eso fue todo un descubrimiento”. Los chanchos llegaron para ser el broche de oro de una organización que deja todo día tras día por los animales, por eso hasta les pusieron nombres: “Elvis, Cuchi y Ricky Martín”.
Actualmente, en internet u otros medios de comunicación, la información sobre cómo tener cerdos en buenas condiciones de vida “no existe prácticamente”. “Fue todo un desafío tenerlos y es un descubrimiento constante, ya que nuestra idea es que vivan dignamente”, dice Giselle y agrega que “no hay nada de información porque la vida prevista para los chanchos es de crianza para consumo”. Al buscar en redes o internet “no aparece información exacta ni acertada de cómo criar a esta especie animal desde un lugar de mascota, de amor, de familiaridad”.
El proyecto más grande que tienen desde el Refugio Las Renatas es construir un Hospital Público Veterinario. “A veces tengo miles de proyectos, pero para llevarlos a cabo uno necesita de recursos para que se realicen finalmente. Yo siempre pienso y trato de mejorar cosas, la macana es que para todo lo que es infraestructura se necesita dinero y eso nos limita para acondicionar el espacio como queremos”, aclara la Fundadora del Refugio y hace hincapié en que para ella este espacio y estos animales junto a su familia “son lo más importante”.
Quienes quieran colaborar o adoptar animales del Refugio pueden contactarse a través de sus redes sociales, teléfonos y whatsapp. “Hoy en día contamos con veinte voluntarios y en general hay cuatro o cinco de manera presencial. Estoy muy agradecida de la gente que colabora, ya que sin ellos el refu no se mantendría en pie”, enfatiza Ferrero emocionada al referirse a todos aquellos que los asisten o colaboran a diario con este sueño hecho realidad.
“Mi sueño es que las personas adopten animales con discapacidad, me gustaría prender el celular y no encontrarme con gente que se quiera desprender de animales y especialmente que haya un Hospital Público Veterinario para ellos”. Muchos animales discapacitados son abandonados en la calle, dados en adopción o incluso sacrificados por su condición de salud, las organizaciones rescatistas y sus voluntarios son personas que cada día dedican su tiempo, amor, dinero y energía para salvarles la vida.
Maltrato animal
En muchas oportunidades se es testigo o se tiene conocimiento de algún hecho sobre maltrato animal y muchas personas no saben cómo actuar al respecto. Es fundamental saber que existe una Ley de Protección Animal (N°14.346), donde se específica que el maltrato es un delito penado por el Código Penal y puede ser denunciado por cualquier persona mayor a 18 años. El trámite para efectuar la denuncia es gratuito y es un derecho cívico.
Hace años se viene presentando un proyecto de Reforma de la Ley contra el Maltrato Animal en Argentina, incluso el año pasado muchas personas públicas y famosos realizaron una campaña para que se llegue a la reforma de una vez por todas. Aún hoy se discute todos los días el abordaje de este tema, pero lo más importante es saber que existe una ley que ampara a los animales y que nadie tiene derecho a vulnerarla. Las asociaciones rescatistas piden a unísono que “si sabes de animales que se encuentran en malas condiciones debes, como ciudadano, realizar la denuncia”. ©
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