Salud maravillosa

Alejados de nuestras rutinas, en estos meses tan diferentes en que vivimos, en general tenemos más tiempo para pensar sobre temas profundos y encontrarnos con nuevos pensamientos y miedos.

TXT: Lic. Marian Renoulin I Consultas por Whatsapp  15-5975-5527

En estos meses tan particulares, complejos y esforzados, contamos en general con más tiempo para pensar sobre temas profundos. Apartados de nuestras rutinas, con nuestros intereses habituales en pausa, nos encontramos más con nuestros pensamientos y nuestros miedos.
Vamos estableciendo prioridades, repensando proyectos, aceptando de manera positiva o con resignación triste el cambio de planes tan rotundo al que nos obliga la necesidad de permanecer a resguardo de la circulación masiva, para proteger nuestra salud y la de nuestro entorno.
Me alienta y entusiasma ver, a través de las sesiones online, que pactamos con mis pacientes desde el inicio de la pandemia, la potencia de la mayoría de ellos por seguir adelante, por sobreponerse a las dificultades y adaptarse a las complicaciones que a cada uno se le presenta, desde lo relacional, lo económico / laboral, desde lo afectivo y vincular.
Antes o después, van activando estrategias para reinventar proyectos y seguirlos, ayudar a su entorno, conservar la salud y las fuerzas físicas.
Mis pacientes leen y regalan libros, miran series, cocinan, bailan, ayudan a otros que lo necesitan, comparten video llamadas, siembran en huertas orgánicas, tejen para los bebes que nacen en cuarentena, enseñan a sus hijos temas escolares y asuntos domésticos, estudian y participan de clases por Zoom. También hacen regalos de cumpleaños a través del correo.
Otros siguen trabajando en aquellos empleos esenciales, llevando al extremo los cuidados, para poder seguir y no afectar a sus familias.
No quiere decir que no tengan problemas o se sientan desesperanzados algunos días, o se peleen con sus parejas o hijos algunas veces. Viven inestabilidades laborales o directamente pierden sus empleos, pero buscan y encuentran redes de contención.
Pero quieren cuidar su salud, saben que es la máxima prioridad, la salud física, el pilar, es la base de todo lo demás que quieran hacer y vivir, y la salud mental, el equilibrio entre ambas para poder continuar.
Estos tiempos nos generan desorientación, desanimo, apatía. Nuestros objetivos más simples están pausados, la mayoría de las actividades están modificadas por la pandemia y la información que recibimos sobre el futuro tampoco permite tener ideas claras. Se requiere de nosotros mucha paciencia y plasticidad, también necesitamos tiempo para reinventar una modalidad de vivir diferente, y creer en ella para ponerle energía cotidianamente.
Por eso, plantearse nuevos proyectos, ajustados a estos tiempos con limitaciones de cuarentena, implica una valiosa potencia adaptativa, dando lugar a la creatividad vital que nos salva. ©

 

Comments are closed.