El viajero llega a Luxemburgo, el último Gran Ducado, donde todos son ricos y no existe la desocupación.
El viajero llega a Luxemburgo atraído por su interesante cultura y tradiciones diversas al visitar el único Gran Ducado que existe en estos tiempos. Este país tiene tres idiomas oficiales: francés, alemán y luxemburgués y es considerado uno de los países más ricos del mundo.
Conectado en sus fronteras con Francia, Bélgica y Alemania es considerado Patrimonio de la Humanidad desde 1994 debido a su casco histórico y al recinto de murallas y fortificaciones, único en Europa.
Dividido en la parte alta y la baja de la ciudad es uno de los lugares más bellos para recorrer a pie, surcada por ríos y atestada de murallas que la convierte en uno de los lugares más interesantes para conocer arquitectónica y culturalmente. Los ríos Alzette y Petrusse forman valles que han hecho necesaria la construcción de una serie de puentes y viaductos que le dan un toque único a la ciudad: el viajero se sorprenderá caminando por los puentes de Luxemburgo y mirando hacia abajo para maravillarse con las construcciones alrededor de los ríos que dan a la ciudad un aspecto casi medieval.
La necesidad de unir los diferentes barrios y zonas dio por resultado la construcción de los puentes Adolphe, Puente Viejo y una serie de pequeños puentes, todos perfectos miradores desde los cuáles el viajero podrá apreciar las increíbles imágenes que Luxemburgo tiene para ofrecer.
La Ciudad Vieja es la zona más importante que ver en Luxemburgo. Estas preciosas callejuelas medievales están declaradas Patrimonio de la Humanidad. Entre los atractivos de este histórico distrito destacan las murallas, fortificaciones y casamatas, unas auténticas maravillas de la ciudad de origen medieval. Al pasear por los callejones empedrados del casco histórico podrá disfrutar de las casonas medievales que se esparcen por todo el barrio.
La Ciudad Vieja es la zona más importante que ver en Luxemburgo.
Si al viajero le gusta caminar por calles asombrándose de la bella arquitectura esta ciudad es ideal, sobre todo por calles peatonales y comerciales como la Gran Rue, dónde los mercados al aire libre, restaurantes y antiguas cavas hacen ideal ese momento para tomarse un descanso y respirar el ambiente local.
El Palacio Ducal es uno de los edificios más destacados de Luxemburgo. En su preciosa fachada se pueden apreciar los sutiles arabescos mezclados en el tono general de estilo renacentista. Este palacio es actualmente el palacio de trabajo de los duques de Luxemburgo, los jefes de estado.
Una de las características que diferencian a Luxemburgo del resto de las ciudades europeas es que no se caracteriza por tener una gran cantidad de museos, aunque ofrece una oferta cultural que la hace interesante para cualquier viajero aficionado a este tipo de viajes.
La ciudad ofrece museos como el de Historia de la ciudad y el de Arte que se destacan por sus interesantes colecciones y teatros como el de los capuchinos que brinda una variada oferta cultural.
Otro importante edificio que ver en Luxemburgo es la Catedral de Notre Dame. Contemplando este templo podrá apreciar su precioso gótico tardío, que se funde con algunos elementos renacentistas. Cruce su impresionante pórtico para encontrar una preciosa talla de María Consolatrix Afflictorum, la patrona de la ciudad.
Una características de Luxemburgo es que no se caracteriza por tener una gran cantidad de museos.
En su parte inferior encontrará dos leones pétreos que custodian la entrada al Mausoleo de los Grandes Duques, donde se encuentran enterrados los antiguos gobernantes del país.
En las afueras de la ciudad vieja podrá disfrutar de otro de los atractivos de Luxemburgo: sus puentes, que cruzan el valle del Petrusse. En la ciudad hay dos viaductos importantes: el Puente Viejo, llamado Pasarelle, que cuenta con 24 arcos y más de 290 metros de longitud; y el puente Adolphe, o Puente Nuevo, de 170 metros de largo. Ambos se han convertido en un símbolo de la ciudad.
Luxemburgo cuenta con una gran señalización que ofrecen al viajero diversos paneles informativos en diferentes idiomas indicando los lugares más importantes para visitar e incluso contando su historia. El viajero que busca recorrer ciudades europeas no debería dejar de pasar por aqui para disfrutar de estos circuitos históricos y asombrarse de sus construcciones que lo ayudarán a viajar en el tiempo. ©
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