La ciudad más grande de Escocia cuenta con infinitas razones para darse una escapada y conocerla. Una historia apasionante, interesantes tradiciones, una gran oferta cultural y mil rincones para perderse.


E
sta gran urbe, ubicada a orillas del río Clyde, es la cuarta ciudad de Reino Unido y la mayor de toda Escocia, más grande que su capital Edimburgo, con la que tiene muy poco en común.
Este país es muy rico en paisajes e historia para que el viajero pueda recorrerlo. Es importante que quien desee llegar a la enorme Glasgow, antes conozca otras ciudades. El turista debe comparar las diferentes zonas y así estar más en contacto con la cultura escocesa.
La ruta que se puede tomar, arrancaría en la ciudad de Inverness, capital de las Tierras Altas. En esta zona, se encuentra el Río Ness, el cual encierra más de una historia y es infaltable en la lista de lugares a conocer.
Siguiendo con el recorrido el viajero llegará al pueblo de Spean Bridge, al pie de las montañas, donde encontrará los restos del antiguo Highbridge, lugar de enfrentamiento de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, en la ruta se puede hacer una parada en el centro turístico de Fort William y conocer, ya que se encuentra sobre la ruta, las ruinas del Kilchurn Castle. La última parada antes de llegar a Glasgow será el lago Lomond, uno de los más populares de Escocia.
Ya en la ciudad, el viajero podrá descansar y recorrer esta zona que tiene más de una oferta turística para dar.
Si hubiera que caracterizar a Glasgow en una sola palabra sería “divertida”. En primer lugar, porque los escoceses cuentan con un gran sentido del humor y en esta ciudad se intensifica; además, tiene mucha oferta de bares y discotecas para que el viajero pueda disfrutar. Así que, las risas y el ambiente nocturno están asegurados en este viaje.

El viajero se topará en cada esquina de la ciudad con las increíbles obras del artista y diseñador mas valorado en Escocia, Charles Rennie Mackintosh.

Para empezar, el viajero debe dirigirse al punto más alto de la ciudad: Necrópolis. Cuando se cruza el Puente de los Suspiros, ese que atravesaban los seres queridos de los difuntos entre lamentos, se alcanza este cementerio-jardín de estilo victoriano del siglo XIX.
En la cima de la montaña, rodeado de cruces y monumentos, se podrán relajar y disfrutar las mejores vistas de la ciudad.
Al lado de la Necrópolis, se encuentra la Catedral de San Mungo, el mayor símbolo de la arquitectura gótica de Escocia y uno de los espacios más antiguos y mejor conservados de Glasgow. Dentro de la cripta, se halla el sepulcro de San Mungo, patrón de la ciudad, a quien se recuerda por cuatro milagros que, también, están representados en el escudo de la ciudad.
El viajero se topará en cada esquina de la ciudad con las increíbles obras del artista y diseñador más valorado en Escocia, Charles Rennie Mackintosh. La mezcla de elegancia y fantasía, sus peculiares trazos, aparecen reflejados no sólo en sus trabajos, sino también en carteles, negocios y souvernirs. Para ver un ejemplo de sus diseños, el viajero no puede perderse de visitar el House of an Art Lover, una bellísima casa levantada en el corazón de Bellahouston Park, el pulmón verde de la ciudad.
El arte se apodera de cada partecita de esta urbe y la convierte cada día en un verdadero ícono cultural. Las principales calles del centro acogen maravillosos edificios victorianos mientras que, junto al río, la aparición de nuevas construcciones de estilo vanguardista, como el auditoria SEC Armadillo, llenan de vida la zona.
El viajero que sea amante del arte, puede visitar el Kelvingrove Art Gallery & Museum, un majestuoso edificio de la época eduardiana que contiene una colección de arte, entre los que se encuentran desde el Cristo de San Juan de la Cruz de Dalí a cuadros de Picasso o Gauguín, piezas de arte egipcio y muchos más.
Cuando camina por las calles de Glasgow, el viajero verá muchos grafitis que componen la ruta de murales de esta ciudad. Muchos visitantes eligen este paseo por sobre otros, porque también la ciudad es conocida en el mundo por el arte urbano que aparece en sus barrios. Muchas de las imágenes que aparecen en la web de esta enorme ciudad tienen sus conocidos murales y cada uno de ellos alberga un significado o busca contar una historia específica.


Glasgow es la mayor ciudad de toda Escocia, incluso mas grande que su capital Edimburgo.

El centro comercial de la ciudad es Merchant City y su corazón es George Square, donde se puede visitar las victorianas Glasgow City Chambers. Las arterias principales del barrio son Buchanan Street, Argyle Street e Ingram Street, que se llenan de músicos callejeros. La calle Ingram termina en Royal Exchange Square, la plaza en la que se alzan la Gallery of Modern Art y la famosa estatua de Wellington con un cono de tráfico en la cabeza, convertida en uno de los símbolos de la ciudad.
Una de las joyas más antiguas y prestigiosas de la ciudad, es la Universidad de Glasgow, fundada en 1451. Cuando el viajero camine por ella, sentirá que está en una película de Harry Potter, por su estilo neogótico. De hecho, muchos dicen que J.K. Rowling, autora de la saga, cuando escribió el libro se inspiro en este edificio para crear Hogwarts. Así que sí el visitante es fanático de los libros o las películas del famoso mago, puede darse una vuelta por este espectacular edificio.
Alrededor de esta gran urbe escocesa, el viajero encontrará destilerías de whisky (bebida típica de esta zona) y no puede irse sin probarlos. Además, también podrá disfrutar de bares y cervecerías que están en la zona más antigua de la ciudad y que la convierten en un espacio pintoresco para pasar la tarde o la noche. Glasgow tiene una gran oferta de discotecas y lugares, por eso es reconocido como uno de los lugares más divertidos de todo Reino Unido. ©

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